
El gran Philippe Halsman en su mítica serie de fotografías Jumpology pensaba que en el salto el retratado se olvida de su gesto, no hay lugar para la improvisación y sale su cara real.
Estando yo en una cena con amigos y con la cámara en mi regazo, ya que acababa de hacer una pequeña sesión, me vino a la mente el gran Halsman y su Jumpology. Pensé que en un ambiente distendido y relajado el acto de fotografiar deja de ser un “disparo” a ser una caricia.
En ningún momento busque un retrato clásico o un recuerdo de la velada buscaba capturar al “ser” sin artificios ni poses, tal como buscaba Halsman.
Alberto Bayón-cerezo.
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